El cambio de hora me jode, como a todo español. En mi caso,
porque me da una pereza enorme tener que cambiar la hora de todos los relojes:
del despertador, del microondas, del DVD, del horno… joder que le ponen reloj a
todo, cojones.
Es que a esa hora nos viene muy mal
¿Y no puede ser el domingo por la tarde?
¡después del futbol!
Me estoy imaginando en el departamento de I+D+i de Zanussi:
¡Oye! ¡Aquí tenemos un
hueco!
¡Pues ponle un reloj
que siempre viene muy bien!
A lo que se suma los relojes de la cocina y del salón, que
éste, aunque lleva siete años parado también lo cambio, ya que estoy puesto. El
del coche no. Ese se tira 6 meses con horario bueno y los otros 6 con una hora
más.
El caso, que como no entiendo por qué tenemos que soportar
este sufrimiento bianual, tiro de Wikipedia para ver su orígenes y así poder
erradicar el problema, como hizo en su momento Marty McFly en Regreso al
Futuro.
Estupefacto me hallo cuando descubro que antes del 1 de
enero de 1901, la hora oficial de España era la del meridiano de Madrid, aunque
cada provincia tenía la hora local correspondiente a su meridiano. Ostias. Me
estoy imaginando al presentador del telediario por entonces, Jordi Hurtado,
iniciando “el parte” de la siguiente
manera:
“Buenas noches, son
las ocho de la tarde, las siete en las islas Canarias, las nueve en las islas
Baleares, nueve menos cuarto en Barcelona, ocho y cinco en Ciudad Real, cuatro
de la tarde en…”
Luego parece ser que la cosa se normalizó, pero vas leyendo
y te encuentras cosas como que durante la guerra civil había dos horarios: el
del bando republicano y el del nacional. Lo que quiere decir que la gente para
saber si eras de un bando u otro te preguntaban la hora.
Esta afirmación tira por la borda todo conocimiento que
teníamos de la guerra civil, ya que hasta la fecha creíamos que ambos bandos
tenían los relojes sincronizados, pactando además las horas de batalla según
documento audiovisual de Gila cuando llama a su enemigo:
que cuando vas a
atacar…
buuuuEs que a esa hora nos viene muy mal
¿Y no puede ser el domingo por la tarde?
¡después del futbol!
Luego parece ser que en los años 40, España, al igual que
muchos otros países, decidieron igualar su hora con la de Alemania porque
Hitler soltó algo así como que “hier
essen Sie um drei Uhr von meinem heiligen Hölle, und alle drei sind die drei
hier in Berlin und in Peñaranda de Bracamonte” que según el traductor de
google nos viene a decir que “aquí se
come a las tres en punto, por mis santos cojones, y las tres son las tres aquí
en Berlín como en Peñaranda de Bracamonte”.
Total que no íbamos a discutir por gilipolleces y decidimos
adoptar su horario.
Pero debemos darnos cuenta que estos cambios ponen de
manifiesto que el español de pro no sabe restar ni aplicar una regla de tres (salvo
que tenga un cubata en la mano, claro está) ya que siempre se produce la misma
situación:
Esta noche cambian la
hora. A las 2 son las 3
¿Pero eso es una hora
más o una menos?
Si somos el único país del mundo que nos tienen que explicar
las cosas con dibujitos. Nos ponen un reloj señalando las 2, una flechita y al
lado otro indicando las 3. Y aun así no lo tenemos muy claro…
No estamos preparados.
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