Castañas


Es que a la castaña no se le está dando la importancia que realmente tiene. Se habla mucho de la prima de riesgo, de los nacionalismos… pero es que el “coger una castaña” puede ser un mundo dependiendo de si le pones un prefijo, sufijo, cualquier otra palabra, lo haces reflexivo… un mundo!!

Veamos un ejemplo:

Recoger una castaña: te ansias, coges más de las que abarca tu mano, se te caen y las tienes que recoger.

Cogerse una castaña: por culpa del tomate. Y tomate una copa, y tomate otra… hasta que acabas en un estado lamentable (Texas, por ejemplo).

Acoger una castaña: ¿dónde vas? A coger una castaña!! (se entiende que para comer)

Herme "El Vepo"

Todo el mundo conoce la historia del famoso emperador que llegó a las alejadas y tranquilas tierras de La Vera… vale vale…  ¿Pero quién conoce la historia de “Hermenegildo el Vepo”?

Pues estaban en una famosa taberna de Jarandilla de la Vera cuando Carlos V fue a pagar y al llevarse la mano al bolsillo exclamó una palabrota bien grande (tan famoso fue ese taco que luego dio nombre a la taberna) seguido de:
-          **** ***** se me ha perdido la cartera!!!
-          ¿Cómo que se le ha perdido? Preguntaron preocupados los pelotas de la Corte.

Batuecas

Parque Natural cargado de una enorme belleza donde sus habitantes celebran sus fiestas con el típico baile de allí: “La Batuka”*. Dicho baile consiste en mezclar el reggeaton con el golpe de la grulla de kárate kid. Un baile con toda su arte, pero mu cansao (o como dicen por allí, “acaba hasta los cataplineh” *).
Se dice, se comenta… los lugareños más añejos hablan de ello… que en el interior del valle habitaban todo tipo de monstruos y hombres murciélagos, estos últimos refugiados en las Batcuevas y que de ahí posiblemente diera su nombre al parque*. Que estos hombres depositaban

Francisco Putín


Que digo yo que las grandes historias se encuentran en los personajes desconocidos.

Que todo un emperador viene a morir a nuestras tierras, ole sus cojones!! Pues sí, se le pone su nombre, un chiringuito y lo que haga falta a aquellos “últimos pasos”. Pero ya está. Que sabemos que queda muy bien, pero como empecemos a llenar de nombres toda verea que haya sido alpargateada por un monarca (véase Isabel La Católica, Alfonso XI, Alfonso XIII…) al final se nos va ir de las manos:

El Chorrituelo de Juan Carlos I” ¿ese cual es? Entre esos arbustos, no aguantaba más y se bajó del coche a mear.

La Senda de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón” Cuenta la

Día 2 del fin del mundo


A quien pueda leerlo: Me encuentro en mi bunker con provisiones para unas dos semanas: chetos sabor barbacoa, cocacola zero y alguna lata de atún del Mercadona. A estas horas probablemente el mundo, al menos como antes lo conocíamos, ha llegado a su fin. 

A punto de cumplirse 36 horas del brote de la pandemia, deduzco que la desaparición del ser humano habrá llegado al 90%. Sin despedidas, sin un adiós, sin unas últimas palabras... precisamente no hacía más de dos días cuando mi amigo Alberto me preguntó qué me gustaría escuchar en el día de mi funeral. Yo le dije que no sabía... quizás algo así como OSTIA!! ...SE MUEVE!!!

El proceso fue todo muy rápido...

A los dos minutos de la "Hora H" dejé de recibir fotos de Julio Iglesias.

Mi foto de José Ortega "Cani" no se enviaba al grupo de "Hijos del Landismo"

Sobresaltado, levanté la mirada y empecé a notar la presencia de seres humanos a mi

Misofobia

Una de las cosas que más me gustan del otoño es el cambio de aperos. En este acontecimiento se puede dar la casuística de sacar un abrigo que tenías guardado desde el invierno pasado y descubrir que en uno de sus bolsillos te dejaste un euro con treinta y cinco céntimos!!! Este subidón es indescriptible, gritas y tienes ganas de abrazar a todo el mundo, pero lamentablemente te sueles encontrar sólo en el trastero por lo que tu exaltación de la alegría no va más allá de un par de oe oe oes.
O sacar tus polainas, por ejemplo. El mero hecho de imaginármelas puestas despierta en mí una sonrisa de oreja a oreja de estas de malote, como la que se te pone cuando sales el primero de un ascensor tras comerte un cocido de esos que “hacen cuerpo”. Que te entran ganas de gritar

Monfragüe

Cuando hablamos de Monfragüe todo el mundo piensa en el “aaaayyyy er payooo quematraaaaapaaaa”, o sea, en el “Salto del Gitano”. Historia o leyenda digna de Cuarto Milenio que da nombre a ese impresionante coloso de roca donde podemos observar una muy diversa variedad de aves conviviendo a sus anchas. Bueno, a sus anchas, a sus anchas… tampoco. Que yo imagino que como todos, tendrán sus problemillas de comunidad, con los vecinos… que si el alimoche de abajo es un carroñero de narices, que el otro se pasa el día aguileando a mi mujer, el típico con el cartel en su nido de “No me toquéis los huevos”… será una especie de “Aquí no hay

Smartphones


Los smartphones nos están jodiendo, pero bien.

Qué gran verdad eso de “la felicidad de la ignorancia”. Bueno, nosotros seguimos siendo ignorantes, los inteligentes son los teléfonos, luego somos “Ignorantes Infelices”.

Infelices porque antes te podías tirar dos horas de reloj en la barra de un bar discutiendo a grito pelao con tu amigo sobre quién marcó el sexto gol en el famoso España-Malta (fue Maceda, que lo acabo de mirar en la Wikipedia) y eso llevaba a conversación – discusión – quéteapuestas  y una nueva ronda de cervezas.

Infelices porque antes llamabas a casa de tu novia y si no te lo cogía pensabas: no está, ya habrá salido. Pero ahora no, ahora te pones de los nervios porque no sabes por qué narices no te contesta al

La Vera

La Vera, tierra imperial y del pimentón.

Yo soy muy de pimentón. He de confesar que cuando lo descubrí, se lo echaba a todo: a las patatas, al huevo frito, al filete, a la sopa, al yogur…  ¿que no tiene sabor? un poquito de pimentón, ¿que me he quemado con la plancha? un poquito de pasta de dientes con pimentón ¿que me tropiezo y me hago una brecha de diez centímetros? Empiezo a echar pimentón en cantidades industriales hasta que para sólo.

Ya se me ha pasado un poco el ansia de este delicioso condimento, tan sólo se lo hecho a alimentos que no serían nada sin él, ¿te imaginas un pulpo a la gallega sin pimentón? Que por cierto, en Galicia el pulpo a la gallega es pulpo “a feira”, lo que no sé es como llaman entonces a la atracción más famosa y longeva: “el pulpo de la feria”…  Ah!! Espérate!! Manda cohone!! que al suculento molusco tampoco lo llaman “pulpo”!! que lo llaman “polbo” ¿polbo a feira? entonces el problema está ahora en cómo le dices a una gallega que te

Entretenerse en un autobús


En cuanto se salga a la autovía se puede empezar por un “Antonio robó pan en la casa de San Juan”. Bien, ¿Cómo va esto? Yo empiezo acusando a uno de robar pan, pero de buen rollo, sin acritud. El acusado, sorprendido exclamará “¿quién yo?” poniendo la cara como si nunca hubiera robado un donut en su puta vida. Es ahí cuando todo el bus se tiene que venir arriba y gritar “Síiiii tú” pero sin empujar, ni insultar, ni tirar piedras… de buen rollo, sin acritud. El asqueroso cobarde de acusado, al ver la que se le viene encima, no aceptará su culpa y exclamará “Yo no fui”, a lo que el populacho, sediento de sangre y con la única intención de encontrar una cabeza de turco, contestará: “¿entonces quien?” Y el judas, por treinta piezas de plata, acusará a otro “Fue Felipe”… y… vuelta a empezar: “Felipe robó pan…

Esta canción, al igual que la del elefante que se balanceaba sobre la tela de una araña son muy socorridas pues duran de cohone.

Pero si nos quedamos sin repertorio, pase lo que pase, NUNCA se debe cantar esa de “Ahora